Aunque muchas veces pensamos que los nuevos usuarios de la bicicleta tienen que salir de los usuarios del automóvil, lo cierto es que hay mucha gente que no tiene y jamás ha tenido automóvil. También hay (incluso en España) gente que usa la bici para desplazarse porque no tiene posibilidad de comprarse otro medio de transporte. Y seguramente cuando tenga el dinero para comprarse un coche o una moto, dejará la bicicleta arrinconada o la venderá.
Casi todos los días me encuentro un ciclista que viene desde el centro de mi localidad, Alovera, y que va también en bicicleta a la estación de tren. Lleva una bicicleta de montaña de estas baratas, en bastante mala condición y, casi sin quererlo, le paso y le saludo todos los días. Es de noche y no lleva ni luces, ni reflectantes (bueno, lleva unos reflectantes en los pedales que venían con la bici, aunque seguramente ni lo sabe, pero se ven muy poco, deben estar muy sucios) y lógicamente se le ve muy pero que muy poco, especialmente en algunos tramos muy oscuros que hay en nuestro recorrido.
El otro día, al aparcar en la estación, me acerqué a él y le aconsejé que llevara luces, que no se le veía apenas al acercarse a él. Me di cuenta entonces, al verle de cerca y escucharle, que era de origen extranjero y, probablemente emigrante. Se encogió de hombros, como diciendo "ya..., pero valen dinero". Le regalé mi brazalete reflectante para el pantalón, para que al menos se le viera algo. Se puso más contento que unas castañuelas y me dijo "grasa" (que quería decir "gracias" ;-) varias veces. Luego le di un desplegable de la campaña Mejor ConBici.
Al día siguiente, al entrar desde Parque Vallejo a la carretera que va a Azuqueca con mi bici para ir a la estación como todos los días, le he visto unos 50 metros más adelante. ¿Entendéis? LE HE VISTO. Porque llevaba el brazalete en el pantalón y el movimiento arriba y abajo del reflectante en la pierna al pedalear, se le veía muchísimo mejor. Al llegar a la estación nos hemos saludado, me ha enseñado el brazalete y me ha dedicado una enorme sonrisa.
Ojalá que algún día seamos muchos, unos por necesidad y otros por convicción, pero muchos. Ahora, eso sí, si los que se mueven en bicicleta por necesidad no reciben la información de las ventajas de la bicicleta y de las desventajas de los modos motorizados, se nos acabarán mudando al otro lado, en cuanto puedan.
Quizás mi nuevo vecino decida seguir con la bicicleta al leer el desplegable de Mejor ConBici y comprender que ser ciclista implica ser solidario, no necesariamente ser pobre.
2 comentarios:
Ciertamente. Además de muchas otras cosas, la bicicleta permite tener fácil comunicación con tus conciudadanos.
Sigue así Juan, ¡no cambies!
Gracias Pilar. No cambies tu tampoco ¡eh!
Juan
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