El martes pasado, durante la sesión de ese día en el Foro Social Madrileño de la Bicicleta, fui preguntado, en mi calidad de ponente, que haría yo si pudiera tomar decisiones en Madrid para conseguir que hubiera más ciclistas y, entre otras cosas, comenté la posibilidad de crear una ciclovía recreativa como la que existe en Bogotá, con 121 kilómetros cerrados al tráfico motorizado los domingos y festivos durante siete horas y con un millón de participantes cada día.
Las ciclovías recreativas es una iniciativa municipal que consiste en cambiar, de forma provisional, el uso de las calzadas a un uso recreacional para correr, patinar, caminar o montar en bicicleta, cerrando el paso a los vehículos motorizados, permitiendo descubrir la ciudad de una manera diferente para la ciudadanía.
El pasado mes de septiembre, en Santiago de Chile, escuché hablar de un Manual de implementación de ciclovías recreativas que se estaba redactando. El caso es que dicho manual ya está aquí, se llama Manual para implementar y promocionar la ciclovía recreativa. Recomiendo leerse primero la página web al respecto. También se puede bajar en inglés.
La verdad es que hacía falta algo así. Igual que en su día se editó en España una Guía metodológica sobre Bicicletas Públicas y más recientemente una Manual de Aparcamientos de Bicicletas, ciertamente puede ser muy útil una guía de este tipo relacionado con las ciclovías recreativas.
Simpática ciclista bebiendo
jugo en la Ciclovía de Bogotá
Estoy convencido de que la metodología, planificación y modelo de desarrollo de la ciclovía recreativa mostrado en esta guía va a ser muy útil para usuarios activistas, planificadores, empresas gestoras, clase política que cree en la bicicleta y todo aquel que quiera apoyar para llevar a cabo esta bonita iniciativa en su ciudad.
He estado pedaleando tanto en la CicloRecreovía de Santiago de Chile, como en la Ciclovía de Bogotá y doy fe de que son dos experiencias "chéveres", que además de su función recreativa tienen también:
- un papel de preparación para el ciclista urbano, para soltarse sobre la bicicleta y descubrir que la ciudad en bici no es difícil de recorrer y, además, se llega muchas veces antes que en otros medios de transporte.
- una oportunidad para acceder y convencer a potenciales nuevos ciclistas urbanos para que usen la bicicleta de manera habitual.
- un modo de redescubrir la ciudad.
No sé por qué razón estos proyectos funcionan tanto y tan bien en América, pero sin embargo no tienen empuje en Europa. Muchas de las ciudades españolas podrían usar las ciclovías recreativas como comienzo de la creación de una cultura urbana de la bicicleta.
Ha llegado el momento de ir quitando paulatinamente espacio a los coches y motos e ir entregando las ciudades a las personas, a todas las personas. Para ello, estas iniciativas pueden ser una herramienta muy útil.