En este enlace podéis leer una noticia sobre Murcia y la teórica apuesta por el tranvía y la bicicleta "como opciones básicas a la hora de solucionar la movilidad". Muy bien, enhorabuena.
Pero resulta que justo al lado de la noticia, en un espacio propagandístico, cuando yo lo vi por primera vez (puede cambiar, de hecho lo hace a menudo) estaba el anuncio de un automóvil, contrarrestando lo positivo del texto sobre el tranvía y la bicicleta y tirando por la borda mucho del beneficio que la noticia pudiera suponer a favor de estos dos sostenibles medios de transporte.
La mano de la industria automovilística es larga, muy larga y sucia, por mucho que quiera disfrazarla de falso medioambientalismo, como el de ese vehículo que anuncian y que lleva inherentes todos los perjuicios del automóvil: ocupación de espacio, peligrosidad, esquilmamiento del espacio público, ruido y, también, contaminación.
¡Qué país! ¿Para cuando un organismo que de verdad regule y pueda velar contra las intromisiones y mentiras de la publicidad que la industria sucia y sus perniciosos efectos consigue meter en todos los hogares a golpe de talonario?
En ConBici existe un Grupo de Trabajo, al que pertenezco, llamado Observatorio sobre la Publicidad de la Movilidad Sostenible. Nació hace ya bastantes años a raíz de un artículo que publiqué en la revista Sin Prisas (¡qué buena revista aquella!) llamado "Uso y abuso de la bicicleta en la publicidad".
En este Observatorio hacemos un seguimiento de los contenidos publicitarios que están relacionados con la movilidad sostenible. Con ello pretendemos que el mundo de la comunicación y la publicidad, ya sean anunciantes, agencias o medios de comunicación realicen un tratamiento en su contenidos que sean respetuosos con una movilidad segura y sostenible. Mas información sobre este Observatorio aquí.
El alma del grupo de trabajo es el cordobés Gerardo Pedrós. Podéis ver una presentación suya sobre la publicidad del cambio climático y el consumo energético aquí.