martes, 10 de abril de 2012

Uso de aparcabicis en Madrid

Aparcabicis de la calle Santa Clara
Hace un año realicé un contaje de bicicletas aparcadas en cinco aparcabicis municipales situados en el distrito Centro de Madrid. La medición fue tomada durante seis días laborables cada mes, a la misma hora.

A continuación unos análisis que no pretenden ser científicos ni estadísticamente perfectos, pero que son indicadores bastante coincidentes con otros estudios publicados, principalmente de bicicletas circulando.

Lo primero que se observa es que los meses de mayo y septiembre son los meses que más bicis había aparcadas, lo que coincide con los meses más benignos en cuanto a temperatura (ni frío, ni calor). Es decir, sigue existiendo miedo al frío y al calor al usar la bici, como si con estos fenómenos meteorológicos tan comunes fuera imposible circular en bicicleta.

También se ve otro dato en el sentido de que el único aparcabicis ubicado sobre tierra (Jardín Plaza Oriente) es, de largo, el menos utilizado, con sólo tres usos en todo un año. Con la peculiaridad de que sí que se veían bicis aparcadas a pocos metros sobre elementos fijos anclados al suelo sobre terreno duro (asfalto o baldosas). A nadie se le escapa que los aparcabicis ubicados sobre tierra son fácilmente vandalizables, por eso la gente prefiere aparcar cerca de estos en un lugar disperso, pero más seguro. Hoy en día, con la Ordenanza de Movilidad de Madrid en la mano, por fijar tu bici en uno de estos lugares, teniendo al lado un aparcamiento de bicis oficial, aunque sea fácilmente vandalizable, te puede suponer una multa.


Otro detalle es que el que más bicis soporta (más que los otro cuatro juntos) es el que propuso Pedalibre. Concretamente fui yo quien solicité (durante el proceso de estudios de ubicaciones) un aparcabicis en la calle Santa Clara, a instancias de una socia de Pedalibre y al ver yo mismo (trabajaba a 200 metros) varias bicicletas aparcadas de forma dispersa por los alrededores. Esto, en mi opinión, no hace sino enfatizar la importancia de la opinión de los usuarios y que fue una buena práctica por parte de los técnicos encargados de la gestión al preguntarnos por dichas ubicaciones, porque la práctica mayoría de ellos están ahora ocupados, siendo de utilidad.

La visibilidad del aparcabicis no parece ser un detalle importante para los usuarios, pues dos de ellos eran poco visibles (están bastante escondidos, en lugar de poco paso) y aunque uno de ellos no era apenas usado (Dúque de Nájera), sin embargo el otro era el ya comentado de Santa Clara, el más utilizado. Por lo tanto me atrevería a decir que uno de los factores más importantes a la hora de ubicar un aparcabicis no es la visibilidad, sino el del previo aparcamiento disperso, que luego multiplica, cuando el aparcabicis se coloca, el número de bicicletas finales atadas a él. Curiosamente, otros lugares que parecían muy proclives, como algunos intercambiadores de transporte, no han tenido éxito alguno, como es el caso del instalado en la salida de Peña Prieta del Metro de Puente de Vallecas, también propuesto por Pedalibre. El mero hecho de poder intercambiar los medios de transporte no faculta a que el aparcabicis sea utilizado.

Agosto es una época de pocos coches en la ciudad, pero se ve que también de pocas bicicletas, porque es el mes que menor índice de bicicletas soporta, menos incluso que los meses de invierno, fríos y lluviosos. Además de porque mucha gente se va de vacaciones, también incidiría, por añadidura, en el hecho del calor. Como se ha dicho antes, los excesos de frío o de calor disuaden de usar la bicicleta, por lo que se ve, tanto en esta mini-estadística, como en otras que se han ido publicando por ahí de usos urbanos ciclistas.

Visto que prejuicios o mitos como el frío, la lluvia o el calor, que a lo que se ve disuaden de gran manera del uso de la bicicleta en la ciudad, evitan que haya más bicicletas en las ciudades, nunca está de más echar un vistazo a la ponencia que presenté hace algunos años en el Congreso Catalán de la Bicicleta, llamado
“La bici es posible. Desmoronando los prejuicios contra la bicicleta”, pues puede ser útil para contraargumentar todos esos prejuicios.

La ubicación de algunos aparcabicis es un punto y aparte.  Hoy en día se ha detectado que algunos de los aparcabicis ubicados en Madrid deberían cambiar de sitio, pero las distintas peticiones en este sentido han resultado infructuosas. No hay dinero para arreglar lo que fue una primera experiencia y ahora podría ser ubicado en el lugar que ya se ha detectado como correcto. 

Y si hablamos de la iniciativa privada es aún peor. Como me comentaba hace poco Gonzalo Fernández de Córdoba: "Un famoso centro comercial ubicado en Sanchinarro no tiene aparcabicis. Venden bicicletas, pero no tienen aparcabicis. Curiosamente tienen parking para coches, pero no los venden. La superficie para coches es comparable a la superficie de negocio, sin embargo no hay un pequeño espacio reservado para bicicletas, ni siquiera para las que vendieron." ¿Perspectiva corta? ¿Falta de cultura?

A continuación el cuadro con la recogida de datos expresada en este artículo:

Imprescindible tener a mano el siguiente Manual sobre Aparcamiento de Bicicletas