viernes, 27 de noviembre de 2009

Ciclovías recreativas

El martes pasado, durante la sesión de ese día en el Foro Social Madrileño de la Bicicleta, fui preguntado, en mi calidad de ponente, que haría yo si pudiera tomar decisiones en Madrid para conseguir que hubiera más ciclistas y, entre otras cosas, comenté la posibilidad de crear una ciclovía recreativa como la que existe en Bogotá, con 121 kilómetros cerrados al tráfico motorizado los domingos y festivos durante siete horas y con un millón de participantes cada día.

"Atasco" en la ciclovía de Bogotá un domingo por la mañana

Las ciclovías recreativas es una iniciativa municipal que consiste en cambiar, de forma provisional, el uso de las calzadas a un uso recreacional para correr, patinar, caminar o montar en bicicleta, cerrando el paso a los vehículos motorizados, permitiendo descubrir la ciudad de una manera diferente para la ciudadanía.

Banda de cierre a los motorizados a la CicloRecreovía en Santiago de Chile

El pasado mes de septiembre, en Santiago de Chile, escuché hablar de un Manual de implementación de ciclovías recreativas que se estaba redactando. El caso es que dicho manual ya está aquí, se llama
Manual para implementar y promocionar la ciclovía recreativa. Recomiendo leerse primero la página web al respecto. También se puede bajar en inglés.

Señal de anuncio de Ciclovía en Bogotá

La verdad es que hacía falta algo así. Igual que en su día se editó en España una Guía metodológica sobre Bicicletas Públicas y más recientemente una Manual de Aparcamientos de Bicicletas, ciertamente puede ser muy útil una guía de este tipo relacionado con las ciclovías recreativas.

Simpática ciclista bebiendo
jugo en la Ciclovía de Bogotá

Estoy convencido de que la metodología, planificación y modelo de desarrollo de la ciclovía recreativa mostrado en esta guía va a ser muy útil para usuarios activistas, planificadores, empresas gestoras, clase política que cree en la bicicleta y todo aquel que quiera apoyar para llevar a cabo esta bonita iniciativa en su ciudad.

He estado pedaleando tanto en la CicloRecreovía de Santiago de Chile, como en la Ciclovía de Bogotá y doy fe de que son dos experiencias "chéveres", que además de su función recreativa tienen también:
- un papel de preparación para el ciclista urbano, para soltarse sobre la bicicleta y descubrir que la ciudad en bici no es difícil de recorrer y, además, se llega muchas veces antes que en otros medios de transporte.
- una oportunidad para acceder y convencer a potenciales nuevos ciclistas urbanos para que usen la bicicleta de manera habitual.
- un modo de redescubrir la ciudad.

Policías patrullando en bicicleta en la Ciclovía de Bogotá

No sé por qué razón estos proyectos funcionan tanto y tan bien en América, pero sin embargo no tienen empuje en Europa. Muchas de las ciudades españolas podrían usar las ciclovías recreativas como comienzo de la creación de una cultura urbana de la bicicleta.

Familias enteras pedalean juntas en la CicloRecreovía de Chile

Ha llegado el momento de ir quitando paulatinamente espacio a los coches y motos e ir entregando las ciudades a las personas, a todas las personas. Para ello, estas iniciativas pueden ser una herramienta muy útil.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Sedentarismo infantil y desplazamiento escolar

El Programa Thao Salud Infantil, llevado a cabo por varias universidades, acaba de sacar un estudio sobre obesidad infantil en el que aparecen datos muy preocupantes. Se demuestra que la obesidad en la población infantil está aumentando en España a pasos agigantados. No es el primer estudio que nos habla en estos términos pero, a raiz de cómo empeoran las cosas pese a tantos estudios, no parece que se esté haciendo mucho para resolver el asunto. Es decir, una vez más el conocimiento no consigue que las cosas cambien si no va acompañada de la acción.
Los indicadores cada vez apuntan más a que, sin dejar de lado la importancia de la dieta, es el sendentarismo el factor que más influye en el sobrepeso infantil.
La falta de ejercicio implica para los menores problemas sociales por sobrepeso, pero también problemas físicos como la diabetes, pues ha quedado demostrado en diversos estudios que está enfermedad está ligada a la obesidad y al sedentarismo infantil.
Mi pequeño grano de arena
Hace unos días envié una carta al director a un buen número de medios impresos, que parece haber llamado la atención, dado que ha sido publicado en varios medios, como El País, 20 minutos y otros de ámbito regional de la zona donde vivo. En esta carta pretendía hacer hincapié en la importancia del ejercicio al realizar las acciones cotidianas.
El estudio Thao Salud Infantil hablaba del ejercicio, pero no hace, desde mi punto de vista, suficiente énfasis en el ejercicio durante las acciones cotidianas, ni en el de la necesaria independencia en el desplazamiento de los menores al ir al colegio. Este ejercicio realizado al mismo tiempo que los menores van al colegio sirve, además, para acabar de espabilarse por las mañanas en el desplazamiento mañanero y como válvula de escape para aliviar las tensiones al salir de clase, de vuelta a casa.
Buena parte de los niños de hoy en día no tienen tiempo para jugar, porque están demasiado ocupados con actividades extraescolares, y aunque algunas de éstas sean también físicas, sin embargo quitan tiempo a los niños de precisamente eso:
ser niños. Es decir, de jugar, de comunicarse, de interrelacionarse, de sentir emociones necesarias que todos hemos sentido de pequeños.
Haciendo ejercicio a la hora de desplazarse al colegio, en vez de ir sentados en el coche, podría ser parte de la solución. A veces no es fácil, en muchos casos porque las ciudades no están pensadas para los niños, sino para los mayores, y sobre todo para los desplazamientos motorizados particulares de estos mayores. Es por eso que hay que repensar las ciudades, hacerlas más adecuadas para los menores, que es como decir más adecuadas para todos.
Tímidas pero existentes iniciativas
En España se hace poco, pero algo se hace. Tanto desde el ámbito ciudadano, como algunas ,aún pequeñas, acciones desde algunas administraciones.
Quiero recordar la campaña Con bici al cole, que fue un referente de la cual aún se siguen utilizando sus materiales desde muchos puntos de España. O la más reciente de Con bici al instituto.
En Madrid hay iniciativas ciudadanas como las de los colegios Ignacio Zuloaga, Gredos y Rufino Blanco, que llevan tiempo concienciando tanto a los escolares como a sus padres para que hagan un desplazamiento más sostenible al centro escolar. Y ahí continúan, inasequibles al desaliento.
Aunque no muy conocida, también hay una iniciativa institucional en Madrid, se trata del proyecto "Madrid a pie, camino seguro al cole" en 22 centros escolares de Madrid, llevada a cabo por varias concejalías del Ayuntamiento de Madrid. Hasta ahora la cosa suena bien, pero habrá que ver cuando llegue el momento de la ejecución, si las áreas responsables son lo suficientemente valientes como para quitar espacio a los que llevan copando el espacio público de todos, para dárselo a los menores y sus desplazamientos. Ojalá que sí.

Cada vez se habla más de ello

Este tema de los caminos escolares está siendo cada vez más recurrente. Hace poco salió un interesante artículo en la revista Tráfico y Seguridad Vial, de la Dirección General de Tráfico, bajo el título de Los niños quieren recuperar la calle. Es importante por venir de donde viene y por el rigor con el que está hecho. La revista de la DGT empieza a hablar menos de tráfico y de coches (hay que hablar, pero no tanto), y cada vez empieza a hablar más de movilidad. Sólo falta que en la sección banco de pruebas de la revista, en el que muestran los nuevos modelos de coches, empiecen a meter también alguna bicicleta, que las hay realmente chulas. Son también transporte.

Exceso de proteccionismo
Por último, si bien ya he dicho que en algunos casos los menores lo tienen francamente difícil, en muchos otros no es menos cierto que tenemos a los chavales en una burbuja, en un proteccionismo desde mi punto de vista excesivo, que resulta en una educación errónea hacia la individualidad, el culto a la velocidad y el sedentarismo.
Conviene de vez en cuando leerse a Francesco Tonucci y sus libros y artículos sobre La ciudad de los niños, donde se hace hincapié en este asunto de la autonomía, pero también en la importancia de contar con la opinión de los niños al planificar las ciudades, en la necesidad de democratizar el espacio ciudadano (una ciudad buena para los niños es una ciudad buena para todos), entre tantas otras cosas.

Sustrans

No quiero dejar de mencionar a la madre de todos los caminos de escolares, el Safe Routes to Schools de Sustrans.

Si entre todos conseguimos que haya menos niños con sobrepeso, conseguiremos que acabe habiendo más adultos sanos, alegres y responsables.